Exodo: 3:1-6, 14
El todo de la vida religiosa se
centra en un solo punto: tu confrontación personal con Dios como él es en
realidad. Todas las demás personalidades, actividades, emociones e
instituciones religiosas pierden todo significado separadas de una
confrontación con Dios como es en realidad. Un encuentro singular con Dios fue
el de Moisés en el monte con la zarza que ardía sin consumirse. Las
circunstancias que llevaron a Moisés a ese momento tienen su paralelo con
nuestras propias circunstancias. De igual manera Dios viene a nosotros hoy con los mismos
métodos que fue a Moisés.
El Dios viviente siempre toma la
iniciativa para enfrentarte en tu vida es.
Entiende la preparación para
el encuentro con Dioscomo él es en realidad
Dios mueve tu vida hacia una
confrontación con él. Puedes ser consciente o no de su mano invisible que te
empuja o te arrastra hacia sí. Esa mano dirigió a Moisés hacia la confrontación
durante ochenta años. ¿Cómo prepara Dios el encuentro?
Dios lo prepara con acontecimientos devastadores. Cuarenta años antes Moisés fue expulsado de la corte de Egipto (2:15). Se traslado del Difícilmente se puede encontrar un cambio de vida más devastador en la palacio a los pastos, de la compañía de los príncipes a cuidar ovejas. historia del mundo. Durante cuarenta años Moisés reflexionó sobre el choque, devastador de tu propia vida puede ser siempre el momento de Dios. la amargura y, finalmente, la expulsión del palacio egipcio. El acontecimiento Dios lo prepara en lugares aislados. Dios envió a Moisés "más allá del desierto" (v. 1). Mucho más allá del campamento de su clan, Moisés fue hacia nuevos pastos distantes y más altos. Era un lugar de soledad, silencio y aislamiento. "Horeb" significa campo seco, desolación. Moisés estaba en un lugar rocoso seco, estéril, inhóspito y desierto. Fue llevado a pensar sólo en Dios. Dios sale a tu encuentro cuando la vida te aísla. Una pérdida humana, una enfermedad, un traslado: Dios te espera en el aislamiento que produce.
Dios lo prepara en actividades humillantes. A los ochenta años Moisés era todavía el pastor del rebaño de su suegro; no tenía tierra ni rebaño propio. Egipto se desvaneció en su memoria. Sentía decaer su propia vida.
Los sueños de éxitos y liderazgo hacía tiempo que se habían desvanecido como el agua en las arenas secas que le rodeaban. Choque, rechazo y amargura murieron en los pastos con las ovejas. Si Dios te ha humillado, ese es su camino para un encuentro ardiente.
Recuerda que el Señor Jesús fue preparado de la misma forma. Su vida empezó con acontecimientos devastadores. Durante treinta años vivió en un lugar aislado con las actividades humildes de una carpintería. Entonces se abrió el cielo de repente y descendió el Espíritu.
Dios lo prepara con acontecimientos devastadores. Cuarenta años antes Moisés fue expulsado de la corte de Egipto (2:15). Se traslado del Difícilmente se puede encontrar un cambio de vida más devastador en la palacio a los pastos, de la compañía de los príncipes a cuidar ovejas. historia del mundo. Durante cuarenta años Moisés reflexionó sobre el choque, devastador de tu propia vida puede ser siempre el momento de Dios. la amargura y, finalmente, la expulsión del palacio egipcio. El acontecimiento Dios lo prepara en lugares aislados. Dios envió a Moisés "más allá del desierto" (v. 1). Mucho más allá del campamento de su clan, Moisés fue hacia nuevos pastos distantes y más altos. Era un lugar de soledad, silencio y aislamiento. "Horeb" significa campo seco, desolación. Moisés estaba en un lugar rocoso seco, estéril, inhóspito y desierto. Fue llevado a pensar sólo en Dios. Dios sale a tu encuentro cuando la vida te aísla. Una pérdida humana, una enfermedad, un traslado: Dios te espera en el aislamiento que produce.
Dios lo prepara en actividades humillantes. A los ochenta años Moisés era todavía el pastor del rebaño de su suegro; no tenía tierra ni rebaño propio. Egipto se desvaneció en su memoria. Sentía decaer su propia vida.
Los sueños de éxitos y liderazgo hacía tiempo que se habían desvanecido como el agua en las arenas secas que le rodeaban. Choque, rechazo y amargura murieron en los pastos con las ovejas. Si Dios te ha humillado, ese es su camino para un encuentro ardiente.
Recuerda que el Señor Jesús fue preparado de la misma forma. Su vida empezó con acontecimientos devastadores. Durante treinta años vivió en un lugar aislado con las actividades humildes de una carpintería. Entonces se abrió el cielo de repente y descendió el Espíritu.
Experimenta la realización de
encontrar a Diostal como él es en realidad
Dios toma la iniciativa en el
encuentro. Dios te encuentra cuando no lo esperas. Moisés no esperaba nada
aquel día.
Dios toma la iniciativa al detenernos: una zarza que permanecía ardiendo pero sin consumirse. Moisés sabía que Dios se había presentado en árboles (Gén. 18:1; 12:6, 7; Jue. 6:11, 12; 2 Sam. 5:24) y en fuego. Aquí hay un árbol que arde y en él el representante personal de Dios. Dios está siempre prendiendo zarzas, llamándote, deteniéndote. "La tierra llena de cielo, y cada zarza común arde con Dios, pero sólo aquél que ve, se quita los zapatos" (Elizabeth Barret Browning, Aurora Leigh).
Dios toma la iniciativa en instruirnos. ¡Nos instruye por lo que vemos Una zarza que arde sin consumirse! La planta era una humilde zarza espinosa. Lo sobrenatural había entrado en la parte más baja de lo natural y ardió sin destruir.
Esta es la forma en que Dios actúa; entra en tu vida natural y resplandece. La zarza es sólo el vehículo. Esto es lo que Dios hace con Moisés: Dios ardera en Moisés durante los siguientes cuarenta años sm consumirle. Este es el deseo de Dios para ti. Aunque el hombre extenor se desgasta el te renovara dia a dia.
Dios nos instruye por lo que oimos. Nos llama por nombre: "Moises Moisés!" Justo cuando pensamos que Dios se ha olvidado de nosotros, él nos llama por nombre. Dios nos llama a acercamos, pero no demasiado cerca: -Quita las sandalias de tus pies, porque el lugar donde tu estas tierra santa es (v. 5). Los hebreos se quitaban los zapatos donde nosotros nos quitamos el sombrero. Cuando Dios está realmente presente hay siempre compañerismo y temor, proximidad y reverencia. Esto debe mantener las devociones privadas y de iglesia con una llama de expectación. No hay vulgaridad ni aburrimiento en la presencia del Santo.
Dios toma la iniciativa al detenernos: una zarza que permanecía ardiendo pero sin consumirse. Moisés sabía que Dios se había presentado en árboles (Gén. 18:1; 12:6, 7; Jue. 6:11, 12; 2 Sam. 5:24) y en fuego. Aquí hay un árbol que arde y en él el representante personal de Dios. Dios está siempre prendiendo zarzas, llamándote, deteniéndote. "La tierra llena de cielo, y cada zarza común arde con Dios, pero sólo aquél que ve, se quita los zapatos" (Elizabeth Barret Browning, Aurora Leigh).
Dios toma la iniciativa en instruirnos. ¡Nos instruye por lo que vemos Una zarza que arde sin consumirse! La planta era una humilde zarza espinosa. Lo sobrenatural había entrado en la parte más baja de lo natural y ardió sin destruir.
Esta es la forma en que Dios actúa; entra en tu vida natural y resplandece. La zarza es sólo el vehículo. Esto es lo que Dios hace con Moisés: Dios ardera en Moisés durante los siguientes cuarenta años sm consumirle. Este es el deseo de Dios para ti. Aunque el hombre extenor se desgasta el te renovara dia a dia.
Dios nos instruye por lo que oimos. Nos llama por nombre: "Moises Moisés!" Justo cuando pensamos que Dios se ha olvidado de nosotros, él nos llama por nombre. Dios nos llama a acercamos, pero no demasiado cerca: -Quita las sandalias de tus pies, porque el lugar donde tu estas tierra santa es (v. 5). Los hebreos se quitaban los zapatos donde nosotros nos quitamos el sombrero. Cuando Dios está realmente presente hay siempre compañerismo y temor, proximidad y reverencia. Esto debe mantener las devociones privadas y de iglesia con una llama de expectación. No hay vulgaridad ni aburrimiento en la presencia del Santo.
Conoce la identificación de Dios tal como él es en realidad
No hay momento comparable a éste.
Dios revela su nombre. El nombre de Dios no es mera identidad. El nombre de Dios
resuena con su carácter, su reputación y su poder. Moisés conocia los nombres
de los dioses egipcios que eran numerosas. Dios es el gran
"YO SOY".
El nombre de Dios significa su continuidad en la historia. El es Dios del padre de Moisés, Amram. El es el Dios de todos los patriarcas. Dios no había hablado como lo hizo con Moisés desde hacía 200 años, desde su Conversación con Jacob. Hoy tratamos con el mismo Dios que se dirigió a Abraham, Isaac y Jacob; lo que significa que el mantiene sus promesas, pactos y planes.
El nombre de Dios significa su actividad. Muchos eruditos traducen el nombre de Dios 'yo seré el que seré". Esto quiere decir que Dios es activo y se nos revela sólo en su relación con nosotros y en su actividad en nuestras vidas. El nombre de Dios no es una consigna para memorizar ni una palabra secreta para llevamos al cielo. Dios nos da su nombre en una relación activa. Moisés aprenderia durante cuarenta años quién es Dios.
El nombre de Dios significa inmediatez. El "YO SOY". No sale a tu encuentro en tu pasado o en tu futuro sino sólo ahora, en este preciso instante. A menos que se conozca a Dios en medio de una relación inmediata, no se le conoce.
Conoces a Dios en Jesucristo, que dijo: "Antes que Abraham existiera, Yo soy" (Juan 8:58)
El nombre de Dios significa su continuidad en la historia. El es Dios del padre de Moisés, Amram. El es el Dios de todos los patriarcas. Dios no había hablado como lo hizo con Moisés desde hacía 200 años, desde su Conversación con Jacob. Hoy tratamos con el mismo Dios que se dirigió a Abraham, Isaac y Jacob; lo que significa que el mantiene sus promesas, pactos y planes.
El nombre de Dios significa su actividad. Muchos eruditos traducen el nombre de Dios 'yo seré el que seré". Esto quiere decir que Dios es activo y se nos revela sólo en su relación con nosotros y en su actividad en nuestras vidas. El nombre de Dios no es una consigna para memorizar ni una palabra secreta para llevamos al cielo. Dios nos da su nombre en una relación activa. Moisés aprenderia durante cuarenta años quién es Dios.
El nombre de Dios significa inmediatez. El "YO SOY". No sale a tu encuentro en tu pasado o en tu futuro sino sólo ahora, en este preciso instante. A menos que se conozca a Dios en medio de una relación inmediata, no se le conoce.
Conoces a Dios en Jesucristo, que dijo: "Antes que Abraham existiera, Yo soy" (Juan 8:58)
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